Sebastián Blanco, la vida dedicada a un sueño
- Miguel Currea
- 29 nov 2015
- 2 Min. de lectura

Sebastián Blanco nace el 15 de septiembre de 1993, en Bogotá. De padre caleño y madre costeña, demostró desde muy pequeño aptitudes para la música, fomentadas por su madre que de joven trabajó cerca de personajes de la música de la época como el Trío Martino y Olimpo Cárdenas.
A los 5 años sacó todas las ollas de la cocina para usarlas como batería, las cucharas de madera y los molinillos como baquetas, a los 7 años les pidió a sus padres un acordeón de juguete, que tocó en muy escasas ocasiones porque no sonaba como los que escuchaba en canciones de Alejo Durán y a los 9 años se decidió por tocar la guitarra y cantar, a los 10 años ya lo había logrado.
Le contaba a su madre después de las lecciones de guitarra que apenas supiera tocar armaría una banda, que iba a escribir una canción todos los días por la mañana y por la noche iba a dar conciertos, ella le decía que era imposible, que eso es muy difícil y que ni los mejores artistas son capaces de hacer eso. A los 4 meses más o menos, cuando ya tenía cierto manejo de la guitarra, empezó a escribir canciones mientras iba en la ruta al colegio, y por la noche cuando acababa las tareas, cogía la guitarra y se iba hasta el cuarto de sus papás a darles un concierto de las canciones que había escrito. Luego de medio mes, prefirió escribir una canción por semana, estrategia que no alcanzó a llevar a cabo.
Hace 7 años que toca con “Habano” grupo que nació fruto de un concurso del colegio, y que debutó con una canción escrita para una niña de su salón y unos cuantos covers de Los Cafrés y Andrés Calamaro. Desde entonces su vida es su banda, su familia son los 4 compañeros que conoció porque necesitaba rápido un baterista, un bajista y un guitarrista para poder entrar a tiempo al concurso
A día de hoy ha tocado en varios concursos y tiene una pequeña pero fiel fanaticada liderada por su novia, estudia composición musical en la Fernando Sor, a pesar de las constantes suplicas de su papá por dedicarse al derecho o cualquier otra carrera más estable, aunque el relativo éxito que ha tenido hasta el momento le ha hecho cambiar de idea.
Su convicción por dedicarse a un campo tan riesgoso y poco apreciado como lo es el mundo de la música, me ha servido como inspiración para dedicarme a una profesión muy subestimada pero muy influyente, y que a la par de la música me permitirá llegar a mucha gente y motivar algún tipo de cambio.
Comentarios